Esta teoría no es más descabellada que otras muchas publicadas en el pasado. Efectivamente, se suministró a un grupo de cien ratas yogures de fresa caducados y eso fue cambiando su tendencia sexual paulatinamente. Durante la primera semana redecoraron el laberinto de pruebas para ratones, a la semana siguiente dejaron de ingerir queso de oferta e instalaron una fondue en el centro de la jaula rodeada de suaves cojines de terciopelo, a la tercera semana comenzaron lo que los investigadores describieron como pequeñas representaciones con público en una especie de escenario improvisado (incluían canciones y bailes), y a la cuarta semana los machos ya retozaban entre sí y se daban placer. Aquellos ratones que ingirieron yogures con trozos de fresa natural incluían el fisting en sus prácticas.
2 comentarios:
No sé qué me ha gustado más, si la tira o tu explicación del experimento. Qué grande eres :))
Gracias amiguete!
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